Sexo salvaje
Etiquetas: Fauna
Presentamos a continuación algunos comportamientos sexuales curiosos que hemos fotografiado en la Subbética:
Desconocemos el sexo y posición relativa de los integrantes de este trío de avispas.
En estas fotos vemos a una hembra alada de hormiga "acosada" por un enjambre de machos, con los que se aparea. La hembra no paraba de avanzar, como si quisiera dejar atrás parte de su enfebrecida carga.
Esto es una pareja de típulas. Es usual verlas volar mientras están apareándose (una extraña maraña de patas que se mueve lenta y torpemente). No sé cómo se las apañan para poder volar juntos a pesar de estar orientados en sentidos opuestos).
Las apariencias engañan. En estas moscas (Urophora sp.), la hembra es la que tiene la larga estructura puntiaguda al final del abdomen, que es un ovopositor con el que introduce los huevos en tejidos vegetales.
Estas moscas (Dioctria sp.) no se dejan distraer de sus ocupaciones por la presencia de extraños.
Cópula de zapateros (Gerris sp.). Puede que estemos contemplando una violación, ya que hace unos años se publicó un artículo que hablaba de la evolución de penes largos y de formas enrevesadas para vencer la resistencia de la hembra y para impedir que otros machos lo separen de ésta (nota: es sorprendente la cantidad de artículos que he encontrado en internet sobre los aspectos más insospechados del apareamiento de los zapateros).
Esto parece un ejemplo de zoofilia, o sexo entre individuos de especies diferentes, aunque en realidad estamos ante un macho (el diminuto) y una hembra (la enorme y con aspecto de larva) de escarabajos del género Malacogaster.
En esta especie de saltamontes (Pezotettix giornae) es muy frecuente ver a las parejas apareándose, lo que puede ser indicativo de que adoptan la estrategia de la cópula prolongada. Esto suele ser una imposición masculina, para que el macho se asegure que de la hembra no copula con otros y los hijos serán suyos. Es posible que el macho no se esté apareando y sea transportado después de haber copulado. Esto sería un ejemplo de la inacabable guerra de los sexos, ya que a la hembra maldita la gracia que le hará portearlo todo el rato. En algunos grillos y saltamontes, que depositan un espermatóforo en el exterior, para que la hembra lo coloque en su orificio genital, los machos suelen obsequiar a las hembras con una secreción glandular alimenticia, para que éstas no se coman el esperma.
Aquí tenemos una orgía del caracol sapúo de las huertas (Cornu aspersa). Los participantes suelen estimularse previamente clavándose unos pequeños puñales calcáreos (los dardos). Luego, los miembros de cada pareja actúan como macho y hembra al mismo tiempo, introduciendo cada uno su pene en la vagina de la pareja. Un caracol no puede fecundarse a sí mismo.